En 1767, la Compañía de Jesús fue expulsada por Carlos III de todos los dominios de la corona española y los religiosos se vieron forzados a dejar las diversas provincias americanas y buscar asilo.
De la provincia jesuita de Quito, no todos los religiosos se fueron al exilio. Uno de ellos borró su nombre de los registros y de la historia para convertirse en un mito. Su diario es hoy un texto místico que se escribe continuamente gracias a sus custodios.

Esta es la historia de Giovanni Tapia, un historiador que descubre el diario místico y sus sucesivos guardianes.
El páramo de El Ángel es el escenario donde se producen mágicas transformaciones y el tiempo se torna en un bucle constante.