La primera generación de intelectuales o de pensadores de la nación quiteña está plasmada en este cuadro de gran formato, pintado por Jaime Zapata.

Maldonado, Espejo y Mejía, son, según Juan Valdano, los forjadores de la identidad nacional.

En su estudio Ecuador, cultura y generación, Valdano establece la cronología de las generaciones nacionales y su influencia, desde 1734, en las siguientes generaciones de artistas, científicos e intelectuales.

Si bien, en la obra de Zapata, Eugenio Espejo es la figura central, como icono de la ilustración en nuestro territorio, la presencia de Pedro Vicente Maldonado y de José Mejía Lequerica complementa lo que Valdano afirma sobre la conciencia de la configuración de identidad, que no es otra cosa que pensar en y desde nosotros mismos.

Con varios años de diferencia entre Mejía, Espejo y Maldonado, los tres pertenecen a la misma generación que inaugura el pensamiento ilustrado en lo que fue la Audiencia de Quito.

Maldonado fue el geodésico nacional. Mejía el asambleísta en las Cortes de Cádiz. Pero Espejo es el icono del intelectual completo: médico, indígena, bibliotecario y de pensamiento ilustrado con acciones directas en la población con sus periódicos.

La gran obra de Zapata, en dimensiones y en simbología, representa la historia intelectual de lo que ahora es nuestro país, y la configuración de los saberes: el académico, el popular, siempre influenciados por lo religioso, tanto católico como indígena.

La virgen que preside el cuadro es la síntesis del mestizaje y de los saberes.

Zapata en grandísimo formato, en el acceso a la biblioteca de la @uasbecuador. #theta360 – Spherical Image – RICOH THETA